Hace ya buen tiempo había escuchado hablar de lo que proyectamos en nuestro lenguaje no verbal cuando cruzamos los brazos.

No recordaba a qué se refería en específico, solo que tenía una connotación negativa en la imagen que comunicamos.

Para mí sorpresa, estaba apunto de pensar lo contrario. Los anuncios comerciales en las calles, los periódicos, las redes sociales y demás, hacen uso con gran frecuencias de personas con los brazos cruzadas.

Son muchos los políticos, las figuras públicas, los modelos comerciales, los profesionales, emprendedores que mandan un mensaje equivocado con esta postura de los brazos.

«Existe una relación directa entre la actitud corporal y el estado emocional, el público puede percibir cómo nos sentimos solo con la presencia ante ellos. Cuando estamos nerviosos o tenemos miedo, el cuerpo permanece cerrado y ligeramente echado hacia atrás, en posición de protección, la mirada baja, los brazos cruzados».*

El lenguaje corporal no miente, dice mucho más que las palabras que enunciamos. Nuestro cuerpo desvela más información de lo que creemos.

Cuando cruzamos los brazos colocamos una barrera simbólica entre el emisor y receptor, y esto nos distancia aún más de los seguidores y la audiencia que pretendemos conquistar. Nos coloca a la defensiva.

Sin más rodeos, debemos evitar los brazos cruzados, en especial cuando intentas construir una marca personal empática, amigable y cercana.

Trata siempre de cuidar tu postura para que tu cuerpo proyecte una buena imagen, confianza, actitud y seguridad.

*Next Business School